Varios fabricantes de dispositivos electrónicos han dejado de enviar los cargadores con la venta de sus productos. Sin embargo, en pocas casas faltan estos cargadores: muchos ya tienen el de su antiguo teléfono inteligente, el de la tablet, el del altavoz, etc.
Lo importante es comprobar que el voltaje coincida con el requerido por el móvil y no lo supere, para que no dañe su batería ni que haya riesgo de explosión. Hay ocasiones, en la que los usuarios pueden notar que, tras cargar sus smartphones, su cargador está caliente, pero, ¿deben preocuparse en estos casos?
Los cargadores convierten la energía de corriente alterna (CA) de un enchufe en corriente continua (CC) para cargar los teléfonos u otros dispositivos. Por ese motivo, es normal que el cargador se caliente un poco en el proceso.
Para transformar la CA en CC, se utiliza un componente eléctrico denominado transformador, que producen calor al conducir la electricidad de la corriente al aparato. Cuanta más corriente mueva el transformador, más calor producirá.
Por lo general, esto no es sinónimo de que el dispositivo vaya a explotar por un mal funcionamiento. Las alertas deben sonar en el caso de que el cargador esté tan caliente que apenas pueda tocarse, ya que significaría que algo ha fallado.
Cuando esto pase, los usuarios desenchufar inmediatamente el cargador y buscar si hay algún signo visible de suciedad u obstrucción en las clavijas desde las que se conecta a la toma de corriente. Lo mismo se tiene que hacer con el cable USB y el puerto USB del dispositivo.
Una vez se haya limpiado bien el cargador, el cable y el puerto, se podrá probar de nuevo. Si se sigue sobrecalentando, lo recomendable es cambiar el cargador. Lo normal es que no haya ninguna explosión o riesgo de incendio, pero podría ocurrir si da este tipo de problemas.
Independientemente de si el cargador funciona correctamente o no, es aconsejable no cargar nada estando cerca de algo inflamable o combustible.
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